Si piensa en "marisco", probablemente se imagina el océano. Pero se está produciendo un cambio silencioso en el origen de nuestro pescado. Gracias a los sistemas de acuicultura de recirculación (RAS), ahora se crían peces tierra adentro, cerca de las ciudades e incluso en los desiertos. No se trata sólo de una nueva forma de cultivar, sino de replantear toda la cadena de suministro de productos del mar.
Ubicación, ubicación, ubicación: Criar peces en cualquier lugar
La piscicultura tradicional necesita mucha agua limpia y una buena costa. El sistema RAS terrestre cambia todo eso. Su superpotencia es la flexibilidad: podemos instalar una piscifactoría prácticamente en cualquier sitio.
Proteínas en la ciudad: Imagine una piscifactoría en un almacén rehabilitado de Pekín o Chicago. Esa es la idea. En lugar de depender del pescado enviado desde lejos, estas piscifactorías urbanas proporcionan una fuente local de marisco fresco a los habitantes de las ciudades.
Marisco de la arena: En lugares secos como Oriente Medio, el sistema RAS está haciendo maravillas. El sistema recicla más de 99% de su agua, lo que hace posible la cría sostenible de peces en el desierto y ofrece nuevas esperanzas para la producción local de alimentos.
Hiperlocal para grandes ciudades: Para las grandes ciudades, tener una piscifactoría RAS cerca cambia las reglas del juego. El pescado ultrafresco puede llegar a los restaurantes y supermercados de lujo en horas, no en días.
La ventaja de la "captura local": Más fresco, más verde, más fiable
Cuando el pescado se cría cerca de donde se come, todo el sistema mejora.
Frescura insuperable: Olvídese del pescado que lleva días en un avión o un camión. El pescado local RAS puede ir de la granja al plato en el mismo día. ¿Y el sabor? Es un mundo de diferencia.
Más ligero para su cartera y para el planeta: Los envíos de larga distancia son caros y dejan una gran huella de carbono. Al eliminar la mayor parte de los viajes, el SRA local ahorra costes y es una opción mucho más ecológica.
Suministro constante durante todo el año: A diferencia de la pesca en el mar o en estanques al aire libre, en una instalación RAS el tiempo no importa. Es un entorno controlado que produce peces constantes y de alta calidad durante todo el año, sin importar la estación.
Así pues, los RAS terrestres son algo más que una simple mejora tecnológica. Es una forma más inteligente de producir alimentos, que acerca la piscicultura a los hogares. Al acortar la distancia que nos separa del plato, el marisco es más fresco, más sostenible y está disponible de forma más fiable para el futuro. Es una victoria para nuestras papilas gustativas y para nuestro planeta.
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